GUÍAS DE VIAJE

Explorar Formosa

Esta es una guía de aproximación a la provincia de Formosa. Hay lugares por descubrir, como el Bañado La Estrella o la Laguna Blanca, pero también hay sabores, músicas, gentes. Sean bienvenidas, sean bienvenidos a la provincia hermosa del Noreste Argentino.


Escribe Guille Gallishaw. Fotos de Felicitas Bonino y Juan Martín Roldán

Su gente, su chaco, sus atardeceres, su música, sus pacúes y sus surubíes, sus raíces, sus colores todos mixturados, todos contrastados, sus palmeras, sus ríos, sus jabirús, sus comunidades originarias, su amor por el monte, sus secretos, que son muchos. Decir que Formosa es hermosa es una tautología, porque fermosa, en español antiguo, quiere decir hermosa. Es una de las provincias menos visitadas de Argentina y, a la vez, es una de las más vibrantes. Visitarla es también explorarla. Un viaje de exploración. Eso propone Formosa.


Empezar por el principio es importante. La ciudad de Formosa es el principio. Es lo importante. Tiene una avenida costanera que da al río Paraguay, y que recorre un largo trecho para caminar, andar en bici, tomar mate, ver aves y, por sobre todas las cosas, mirar atardeceres. Al final, una fuente de aguas danzantes. En cuanto a servicios, hay hoteles y restaurantes para todos los gustos. Pero, claro, estamos en Formosa, un enclave en el que se entrecruzan historias, culturas y costumbres, con múltiples influencias. En la ciudad Capital, ubicada en el extremo Este, la influencia guaraní es bien marcada, y dominan la harina de maíz, el almidón y el pescado. Soy fanático del pacú, pero en cualquier restoran podés pedir un surubí, que no va a defraudar. Chipa, siempre. En cualquier lado. Algo más para este rincón de nuestro país: la actividad cultural es fuerte, con museos como el Juan Pablo Duffard, o los encuentros en el Polideportivo (consultar la agenda). Y si tenés suerte, tal vez te cruces con Isaías Shitaky, músico y cantante qom, o con el Negro Franco, escritor y animador de las noches en la Ciudad de Formosa.


Hacia el Oeste, la provincia abre una especie de trapecio rodeado por los ríos Pilcomayo y Bermejo. Una gran transición del chaco húmedo al chaco seco. Y la ruta provincial 81 es la vía de conexión. Aunque, hay una salvedad. Y se llama Laguna Blanca, la ciudad en la que cada año se celebra la Fiesta Nacional del Pomelo: literalmente, un fiestón, que este año será del 15 al 17 de septiembre. Además, allí se encuentra el Parque Nacional Río Pilcomayo, donde se pueden ver los mejores atardeceres del país (la foto que abre esta nota fue tomada allí). Bueno, no sé si los mejores. Pero, en todo caso, vayan y después hacemos una votación. El Parque es de fácil acceso y en el área de Laguna Blanca hay pasarelas para recorrer y asomarse al espejo de agua. De hecho, es ahí donde se ve este espectáculo que les digo, del sol poniéndose de forma hipnótica.

Les decía que hacia el Oeste se abre Formosa. Mi recomendación es que la viajen. Que salgan por la 81 con un mapa y la recorran, parando donde les indique la intuición. Pero hay dos lugares, sólo dos que les pido que conozcan.

1 – el Bañado La Estrella. Está justo en el centro de la provincia, a la altura de Las Lomitas. En realidad, allí está el acceso más a mano, por la RP28. El bañado es un gran desborde del Pilcomayo que abarca medio millón de hectáreas. El paisaje es puro realismo mágico, con árboles semi cubiertos por el agua, alguna curiyú por acá, un jabirú más acá, garzas, biguás, caranchos, champales. Acá les dejo el link a una guía que armamos específicamente para el Bañado.


2- la Reserva Natural Formosa, bien sobre el Oeste de Formosa. Protege 10.000 hectáreas de chaco seco sobre el río Bermejo. Para llegar, hay que adentrarse hasta Ingeniero Juárez, cerquita del límite con Salta. Como en cualquier área protegida, siempre hay que dar aviso de que vas a ingresar. Esto se hace en la oficina de Parques Nacionales (en I. Juárez), donde te informan sobre el estado de los caminos y te dan recomendaciones para la visita. Dentro de la Reserva hay un área de acampe y algunos senderos para caminar. La picada Monte Adentro demanda una hora de caminata y, tal y como dice su nombre, se adentra en el impenetrable. Ir lento, prestando atención. Con un poco de suerte y silencio, eso permite avistar algún yurumí (es el nombre local para el oso hormiguero gigante) o una iguana colorada, entre otros. Ahí nomás del área de acampe accedés al mirador del río Bermejo (Teuco). Lo ideal es ir al amanecer o al atardecer, que es cuando hay mayor actividad de aves y, además, el calor no pega tanto. Durante la noche, y por la baja contaminación lumínica, vas a ver unos cielos forrados de estrellas.


Si nunca lo hiciste, hay un viaje que te espera en Formosa. Una oportunidad de descubrir algo nuevo. Y eso, descubrir, es un montón. ✪



 

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