Sin categoría

EL CHALTÉN

Calles de El Chaltén

_MG_0427 copia

La última vez que estuvimos en El Chaltén (noviembre 2015), un solo día pudimos ver los cerros que lo rodean. Son las dos caras de la misma moneda: un clima impredecible y rudo, pero con un paisaje estremecedor. Es el pueblo más joven de la Patagonia y lo llaman la Capital Nacional del Trekking, pero es mucho más que eso. Si estás pensando en un viaje de verano, combinar El Calafate con El Chaltén es una excelente alternativa. Cualquiera de los trekkings que elijas para hacer, te dejarán una gran experiencia de actividad en la Naturaleza. Mi preferido es el va va a Laguna de los Tres saliendo desde el pueblo, pasando por Capri). Hay varios campamentos para combinar senderos y acercarte a los cerros más imponentes como el Fitz Roy o el Torre (consulta este link). Seguramente te cruzarás con escaladores de elite de todo el mundo que llegan hasta aquí para subir alguna de estas agujas de granito; también vas a ver muchos (¡muchos!) trekkers.

Pero eso es lo tradicional. Lo nuevo es, por ejemplo, un descenso en kayak del río de las Vueltas. Lo hacen en sit on tops, te dan trajes de neoprene y, desde el río, tenés unas vistas increíbles del cordón del Fitz.

Kayak en río de Las Vueltas

Kayak en río de Las Vueltas

También hay un campamento alejado de todo (se llama EcoCamp), a la vera del mismo río, donde podes pasar la noche y hacer varias actividades (Fitz Roy Expediciones). En realidad, no es sólo en un campamento: son cabañas en el medio del bosque, alejado de todo. Otra opción es entrar en contacto con el glaciar Viedma. Una empresa local te lleva a caminar sobre sus hielos e, incluso, podes probar la escalada en hielo (Patagonia Aventura). El programa se llama Viedma Pro y un guía te enseña a usar garrafones y piquetas para escalar el hielo del glaciar.

En cuanto a gastronomía, hay un poco de todo. La pizzería Patagonicus es atendida por el hijo de Cesarino Fava (un mítico escalador de la primera hora) y tiene fotos increíbles de ascensos de la década del 50 y 60. Su nombre es César (el de la foto)

César Fava

César Fava

y, además de guardar historias ocultas del montañismo local, hace unas pizzas increíbles. Otro muy bueno es Fuegia: pequeño, bien atendido y con precios razonables (¡comer acá es caro!). Uno que me gustó mucho por la abundancia y calidad de los platos, y por los precios, es Aonikenk (después de un trekking agotador, los fideos con boloñesa vienen muy bien). Estepa es más gourmet, pero muy cálido. Tienen una mesa para compartir con los que van solos.

Si vas en enero, te recomendamos hacer reservas con anticipación. El pueblo es chico, y la hotelería es limitada. En el site de Parques Nacionales (Los Glaciares), tenés toda la info actualizada del área protegida. Nosotros dormimos en El Puma Hostería Lodge, un toque alejado del centro, con buenas habitaciones y gran desayuno; además, te asesoran para organizar salidas.

IMG_8765

 

 

Quizás te interese

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *